La historia de Chocolates La Superlativa es una historia de familia, tradición y amor.
Es la unión de dos familias dedicadas a la elaboración del chocolate.
1870
El comienzo
Nuestra historia comienza en 1870 con los antepasados de Gregorio Pascual quien fundó la fábrica de chocolates LA FE.
Él fue uno de los pioneros en el arte del chocolate en un pueblo de la provincia de Zamora, Vezdemarbán, que llegaría a albergar más de 20 fábricas de chocolate. Tras Gregorio, su hijo Fernando pasó a encargarse del negocio familiar
1960
La Superlativa
Casi 100 años más tarde, en 1960, y a 3 km de distancia en Pinilla de Toro, Alberto Rodríguez y Elpa López fundaron la fábrica de chocolate LA SUPERLATIVA que, al igual que LA FE, era una empresa familiar.
De esta manera, la tradición chocolatera pasó de padres a hijos, generación tras generación hasta llegar a la actualidad con Teodoro Rodríguez, hijo de Alberto, y Epifanía Pascual, nieta de Gregorio, quienes con su matrimonio unieron ambas empresas chocolateras y emprendieron una vida dedicada a la elaboración del chocolate.
1987
Toro
En 1987, se decidió trasladar la empresa a Toro, ampliando y modernizando sus instalaciones si bien nunca se han olvidado las raíces y métodos artesanales con los que comenzaron sus predecesores.
Cuatro generaciones más tarde y tras absorber las antiguas pequeñas fábricas de Vezdemarbán, Chocolates La Superlativa sigue siendo una empresa con los mismos valores familiares y tradicionales y elaborando productos de primera calidad.